Entonces bajo un tintineo de bomba latente, se extrae de los cimentos y surca hacia arriba para vencer. Los miedo, el rencor, la situación. Cuando todos callan, cuando todos hablan, cuando miran y se delatan, o cuando ni si quiera miran. Están y fueron, tal como lo hicieron dejarán de hacerlo. Cuando la importancia de uno mismo se anteponga a los demás, cuando la valentía no tenga cabida en este no-lugar.
Recordarás ese dicho tan real; "Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar."
Que digan, que opinen, que callen, que otorguen, que obliguen.
Que siempre escogeré el camino correcto.
El que yo decida, y nadie más.
He vuelto,
Ainara.
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