Cómo esa planta, que hay que regar de vez en cuando para que no se marchite.
Jamás supuso un esfuerzo mantener a esas personas que te hacen sentir único, que quieres conservar a tu lado, porque te importan, porque sin ellas no sería lo mismo, porque te dan esa parte que a veces echas en falta.
Por todo y a la vez por nada.
Por compartir momentos, por el simple hecho de sentirse bien, a gusto, de reír, de llorar, de abrazarse, de incluso discutir opiniones opuestas. Debatir diferencias, apoyarse, ayudarse, desahogar esas palabras que a veces tanto oprimen, escuchar los consejos, incluso compartir el silencio.
Detalles tontos, cosas insignificantes para no perderse todo eso que tanto merece la pena, y que no valoramos hasta que un buen día deja de estar a la alcance de nuestra mano.
Palabras tontas, de significado escaso, para oídos y mentes encerradas en su propio egoísmo.
Palabras sinceras, de significado verdadero, para oídos y mentes dispuestas a sentir algo especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario