De vuelta a las aulas

4 comentarios:
Como no podía ser de otra manera, aquí estoy. Uno de octubre, octubre... ese mes que guarda tanto recuerdo, y que en su día ya explicaré.
Hoy primer día de repostería. Nervios previos a la clase, esas preguntas de; que tipo de personas acudirán, será entendible, cómodo, será un placer asistir o tal vez de palo. Ese tipo de cuestiones antes de ver lo que sucederá.

Estoy contenta, muy contenta. Me he sentido a gusto, entre unos pocos desconocidos. Cada vez me cuesta menos amoldarme a las situaciones, hablar en publico, decir sin pensar demasiado y lo más importante: improvisar.

Recetas fáciles, con algún truco de más. Cosas que te hacen llegar a casa y tener ganas de meterse en la cocina y probar. Así que seguramente mañana será un día de cocinitas y ver si soy buena alumna o no. La semana que viene soy yo la que cocina, tengo ganas. 

Y lo mejor es el final, degustar lo que se ha hecho, diferenciar los matices, las texturas, el contraste de sabores. 

Sin duda, hoy dormiré plena.

4 comentarios:

  1. Suena un poco inevitable lo de al final probar los platos que se han cocinado. Puedes ir retrasando -lo, pero sabe mal no probar lo cocinado. Estas cosas las hacemos para ver que tal saben, al fin y al cabo. Claro en tu mente, te inventas mil posibles sabores, algunos son quizás demasiado inalcanzables con estos ingredientes.

    Pero esas ideas nuevas revolotean por la cabeza, con nuevos platos que aun ni has descubierto. Y enseguida piensas en lo absurdos que son algunos. Pero con el tiempo al final, ese día llega y haces un plato de cinco tenedores, que te hace creer que en realidad debes estar soñando para probar algo tan bueno y en cualquier momento despertaras.

    Y un buen día sin venir a cuento, llegue ese momento que tanto temías en el que quemas el postre. El postre quemado sabe mal, pero pasa esto, un accidente lo tiene cualquiera.

    Te hartas de escuchar y de leer que no te preocupes tanto por un maldito postre, que cualquiera se podría haber pasado con el horno, que es difícil medir bien los tiempos.

    Te cansas de que todo sea vulnerable a ser quemado en el horno, y tratas de fingir que el pobre postre te da igual. Pero se ve a años luz, que te molesta.

    Nemesis sin guasa Q.

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  2. Jajaja teno que decir que el comentaio es muy bueno....!!
    Y visto así la entrada "fantasma" se puede interpretar de varias maneras, lo mismo no era tan mala...

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  3. Yo solo hablaba de cocina, pequeña.

    Bona nit.

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  4. Me faltaba un trozo.
    Quise ponerle fecha a cuando sería buen cocinero, algo muy tonto. Ya que a todos se nos queman las galletas de vez en cuando.
    Quería autoconvencerme de lo que estaba claro que los postres no son tan importantes. Poner una fecha a cuando aprendería, era como dar un paso atrás, la cocina no es una cuestión tan mental, es mas bien algo sensitivo inevitable.

    Así que mejor hacerle frente ahora, aunque duela, que engañarse. Lo diré de una vez, NO SE COCINAR. Que desahogado se queda uno, ahora si que puedo dejar de fingir que no me importa no saber algo. Porque las galletas quemadas me saben mal.

    Ironical Nemesis off.

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