Desencajamos el miedo.
Ese miedo a hacerse con el control de las cosas,
a saber que, que algo salga bien tan sólo depende de ti, una actitud.
Ese miedo a ser únicos, tan diferentes, tan abstractos al resto del mundo.
La antítesis profunda a lo dictado como normal.
Normal, que palabra tan poco concreta.
El miedo, al rechazo, al abandono, ese miedo a quedarse tan solo.
El miedo, a decidir por uno mismo, a elegir que paso será el siguiente y ser consecuente.
El miedo, a equivocarse, a aceptar una derrota. A tragarse un orgullo demasiado grande.
El miedo, a dejar que las cosas sigan un curso muy alejado a nuestro control,
a perder las pautas, a distraerse y caer en el filo continuo de lo desconocido.
El miedo a ser feliz, o a sentir la tristeza inundarte por dentro.
El miedo a dejar que las emociones fluyan a su antojo.
Los miedos de colores y sabores tan distintos,
los que nos hacen ser como somos, y nos acercan o nos alejan de lo terrenal.
Nosotros los que decidimos romper los esquemas.
Desencajamos el miedo.
ese miedo a reconocer la verdad.
Al aceptar y distenderse para tratar de cambiar.
Ese, el miedo que mucho estropea y de poco sirve.
El miedo; tan cruel, impaciente, sincero y antitemporal.
Esos suenan como muchos miedos. Pero mas parecen ser muchos menos de los que aparentan. Algunos de estos son en esencia lo mismo. Miedo a equivocarse creo es el mas común de todos los miedos.
ResponderEliminarNo hay nada que temer, todo ira bien...