Arenal Sound Festival 2012

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Como mujer de palabra, y adicta a esta manía de describir esas cosas que veo y necesito compartir. Hoy voy a resumir esta pequeña experiencia pasada. Y es que un primer festival no se vive todos lo días. 

Como siempre digo, cuanto menos ganas tengo de hacer algo, cuanto más palo me da, mejor me lo paso. Más lo disfruto. Y eso es exactamente lo que ha pasado. Costaba tirar de mí, con esa cara de palo de quien hace las cosas por obligación. Llegando a horas nocturnas, encontrándome con caras extrañas, en lugares que necesitaba asimilar. Las primeras impresiones suelen ser tan y tan distintas, después cuando lo piensas. Pero, mejor iré despacio, y de forma breve. Por lo menos lo intentaré.


Arenal sound festival, nos situamos en el camping dos, también conocido como Auschiwtz, a unos 20 minutos andando del recinto del festival. Primera pega. Sol y más sol. Buena gente, muy buena. Los "informáticos" de Barcelona, esos que vieron un hueco reservado para los nuestros y decidieron invadirlo. Las chicas de Huesca, las de los motes. Y los hermanos de Zaragoza. Al final se hizo una buena piña, compartiendo la comida, las linternas, las bebidas y todo lo necesario.

Personas que en principio te parecen de una forma, es casi de forma inconsciente se suele encasillar a las personas des de el primer momento. Y luego te das cuenta del que parece más gallito luego resulta un trozo de pan. Y de los que parecen gente maja y después ya no tanto. También los hay que son raros y siguen siendo raros. En cuanto a la dispersación de gente, fue más de lo que pensaba, resultó incluso un poco decepcionante. Supongo que hay personas que depende de con quien se junten dejan de tener ese carisma que los hace únicos y especiales. Una verdadera pena. 

Duchas de agua fría. Desconexión total, playas secretas descubiertas por casualidad. Momentos de mar únicos, entre olas amenazantes de esas que te hacen reír sin parar. Qué pasa...con poco soy feliz.  

Centrarme en cada uno de los días del festival sería demasiado, así que me decanto por el jueves, ese magnifico 2 de agosto, que se ha convertido en una de las mejores noches de mi vida. Primer concierto love of lesbian: que te suban a los hombros y escuchar, bueno mejor dicho vivir incendios de nieve sobre cabezas y brazos al aire moviéndose al compás de la canción es una experiencia difícil de describir con palabras, de esas cosas que hay que sentir y probar con una misma piel. 
Metronomy, notar como el pecho estalla en mil vibraciones envolviendo unos oídos de sonidos psicodélicos que te hacen alcanzar una especie de trance, sonidos pausados, tranquilos y dignos de saborear. 
Crystal fighters, lástima que en ese momento nos dividiéramos en dos subgrupos. Me hubiera gustado compartirlo con todos. El concierto no fue una delicia, los instrumentos se fusionaban con la voz y casi era impredecible distinguir la letra. Lo fueron mejorando a medida que iba avanzando, y en las últimas canciones se pudo disfrutar como se merece.

Después hubo un bajón, un bajón de los buenos. De golpe me vi rodeada de gente muy desconocida, sentada contemplando el ritual de cortejo que tenía alrededor y que me resultaba de lo mas lamentable. Por un momento dudamos del nombre del evento, ¿arenal o guarrenal? No estoy segura. La facilidad de las chicas ante los chicos era... Ven y tómame aquí y ahora. Me da igual donde, me da igual con quien, ese era el lema que se podía palpar en el ambiente. Lo siento pero yo voy a disfrutar de la música con mis amigos.  Aunque ellos, venga, son chicos... No nos vamos a engañar.
Después de la rallada monumental por estar ahí aburriéndome de mala gana, decidí largarme, uno de esos arrebatos que me dan, por no matar a alguien o soltar mocos; creo que merecidos. Y entonces ahí suena esa canción, esa que habéis estado cantando des de la llegada al festival y que dudas que la vayan a poner, suena de fondo, y sientes como alguien tira de ti y te arrastra hasta ese sonido, cantáis como si no hubiera un mañana y bailáis de forma exagerada como diciendo yo conozco esta canción y probablemente tu no. 

Esa es la señal, el motivo por el que pensar que quizás la noche no esta perdida del todo. Venga va, que empieza el siguiente concierto. The zombie kids, no me suenan pero dicen que están bien.

Bien, bien es quedarse muuuuuuy corto. A día de hoy, los sounders aún hablan de esa sesión que se marcaron estos dj's. Dos horas, dos malditas horas sin parar. Sin darnos un respiro, dubstep mezclado con reggae y más mezcla de sonidos tribales que sacan lo mas primitivo de cada persona. Jamás en mi vida había vivido algo con tanta intensidad, las dos personas que tenía a mi lado que me conocen des de hace ya bastantes años, se sorpendieron muchisimo, la liberación que sentí, que sentimos los tres. Nos dejamos llevar, no sé si podría llegar a saltar de aquella forma otra vez, a moverme al compás de algo tan palpable. Y me encantó, me encantó cuando nos íbamos a las 6 de la mañana, y volvieron a salir a dar más caña. Solté la mochila, y de nuevo los tres empezamos a bailar, sin premeditar nada los tres igual. La gente nos miraba, incluso una mujer cogió la cámara y nos grabó. 
Compartir ese momento con Xesku y Emma, fue increíble. Nos parecemos mucho, nos encanta ir a la nuestra, y que nadie nos moleste. Y tal vez por ese motivo supimos vivir aquel momento de aquella forma. 

Quiero más momentos de estos,
más inyecciones de vitalidad. 
Más lecciones de aprendizaje. 
Más momentos por disfrutar.


1 comentario:

  1. Precioso texto. Me da unas ganas de ir a este festival increíbles. Ánimos !

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