Ese tipo de personas tienen un don, pero un don bueno de verdad. Que aunque te hallas pasado un día entero con la lagrima floja, un minuto en su compañía y te hacen sentir fuera de lugar, en otra órbita, te inyectan esa vitalidad, te sientes capaz de hacer cualquier cosa que te propongas.
Voy a centrarme en una mujer en especial. Una chica que siempre he admirado, des de que era muy pequeña quería seguir sus pasos y parecerme en todo lo posible a ella. Tanto era así que a pesar de ella ser morena con ojos marrones, y yo rubia con ojos azules. Los gestos y los rasgos siguen siendo muy parecidos, algo peculiar es lo de mirarse al espejo y poner sutilmente morritos. Cosas de familia.
A pesar de la diferencia de edad, ahora ha llegado ese punto donde hay una complicidad increíble. Pasarnos horas y horas hablando de cualquier tema, enlazar y seguir con cosas más profundas. Sus consejos me llenan de positivismo, me hacen sentir grande. Me gusta compartir estos momentos, me gusta como me hace sentir, como es capaz de hacerme sentir tan bien por dentro y que se note por fuera. Es extraño pero hasta diría que me hace sentir guapa. Me gusta que acepte mi rareza como algo extraordinario. Que me motive tanto a hacer cosas. Me encanta ver como no existen muros para ella, como tiene colocada su corona siempre perfecta. Admiro sin duda que siga demostrando día tras día que siempre hay algo para hacer, para mejorar, para auto enriquecerse. Valoro el hecho de que no se conforme con menos y siempre apueste por lo más alto. Que haya conseguido pasar de algo bueno a algo increíblemente mejor. Dos polo opuestos. Sin duda es de esas personas que demuestra que los imposibles no existen.

Nuevas etapas, otro nivel.
Bienvenido sea!
No hay comentarios:
Publicar un comentario