Me gustan los días de lluvia, me gusta escuchar como las gotas golpean el cristal, y segundos después lo recorren hasta perderse en otra gota.
El dolor de cabeza me está matando, hay momentos en los que se hace con el control y quedo inservible por completo. Odio esa sensación.
Tampoco me gusta demasiado sentir este ahogo que me consume lentamente, todo cede por su propio peso y se va a pique, sin entender absolutamente nada. Ni un porqué, ni un cuándo pasó, ni un cómo. A veces tengo la sensación de que estoy en un mundo paralelo y el tiempo sale vencedor, no tengo su noción. Sólo siento el descontrol.
Sabes que algo anda mal, y sin embargo tampoco lo sabes con certeza y te quedas con la duda en la cabeza y las manos vacías. ¿Dónde agarrarte, cuando los pilares no son solidos? Ya ni siquiera sé de que estoy hablando. Pero aun así no me detengo. Me aislo, y me entretengo fingiendo, algo que no soy, o que no seré jamás, que no sé ni si está bien o está mal.
Necesito gritar, necesito llorar, necesito romper con todo y echar a volar. Necesito creer en algo, sentir que merece la pena, por lo menos así sabría que no paso por esto sola, y sin embargo, despierto y se que nada de lo que sueño es cierto. Que me atormenta pensar en cosas que antes me hubiesen hecho feliz. Me estoy acercando demasiado a una realidad que no me pertenece. No me gusta lo que veo, no me gusta lo que siento, y es que no siento nada.
No veo nada mas allá que esté hecho para mí, empiezo a perder la fe y siento que me estanco.
Tan sólo quiero que por una vez la vida sea justa conmigo, no quiero tener que arrastrarme como tantas otras veces, no necesito sufrir más.
Ya he tenido bastante.
Ainara.
" Tú eliges hacia dónde
y tú decides hasta cuándo,
porque tu camino es un asunto
exclusivamente tuyo."
Que clase de contador de visitas has puesto? Eso de sophidea te lo ponía ahí? Es curiosidad.
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