La distracción como el aire para respirar

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Odio los fines de semana, sé que para muchos suele ser la mejor parte de la semana, pero para mí no. Demasiado tiempo libre. Tengo ojeras, mal aspecto, apenas duermo, y lo poco que duermo tengo pesadillas, bueno más bien sueños demasiado bonitos que al despertar se convierten en una puta pesadilla. No sé que prefiero, si no dormir o no despertar.

Entre semana todo es mucho más fácil. En el laboratorio tengo la cabeza ocupada en otras cosas, estoy distraída, y me divierto, me olvido de todo lo demás y eso me va genial. El problema es cuando ni siquiera tengo ganas de ir, que es cuando sé que algo va mal. Aunque en el fondo me va bien, menos a partir de las tres del medio día, que todo el mundo desaparece y me quedo sola. En silencio, porque hasta la música me molesta. En esas horas de apalanque, que me aburro, tengo sueño y me dedico a pensar en todo eso que no debo. Quiero salir corriendo, llegar a casa y meterme en la cama. Pero casi nunca lo hago y quizás sería la mejor opción. 

Me sabe mal refugiarme tanto en mi mundo, en mis cosas. Me sabe mal por la gente que se preocupa, porque me cierro en banda y no pongo nada de mi parte. A veces si, a veces me apetece esa clase de distracción, pasar el tiempo en compañía escuchando las historias de los demás, y desahogándome con lo mío, escuchar los conejos y dar mi opinión. Ahora mismo no me apetece nada de esto, me irrita la gente, las voces ajenas. Estoy tratando fatal a personas que no se lo merecen, por simplemente hablar, estando yo presente. Es injusto, y por eso me acabo refugiando en mi guarida. Buscando otra clase de distracción. Ignorando todo eso de lo que no me apetece hablar. Ignorar no creo que sea la solución, porque las cosas siguen estando ahí. 

Cuando me preguntan, siempre acabo diciendo: ahora mismo no quiero hablar. No quiero hacerlo, porqué ya sé cual es la respuesta. Porque sé que visto desde afuera todo se ve mejor. Porque ya sé de sobras que no pinta nada bien. Casi nunca hago caso a la gente, todo el mundo opina, yo escucho y luego siempre acabo haciendo lo que me da la gana. Siempre me digo que si me tengo que dar una hostia prefiero ser yo la que tome la decisión, aún sabiendo que está mal. Porque sólo así sé que no cometeré los mismos errores, todo esto en realidad son gilipolleces. Está vez, creo que será la única vez que voy a hacer caso de los consejos ajenos. Porque en realidad, sé que es lo mejor. "Si te ves capaz sal corriendo ahora que puedes, si crees que no, lánzate de lleno y que sea lo que sea." Pero yo soy de las que cree que los principios deberían ser los mejores, y si no lo son ahora, la experiencia me dice que lo de después tampoco lo será.

Siempre me han atraído las cosas complicadas, me parecían mas interesantes, una especie de reto para demostrarme hasta donde puedo llegar. Ahora no, tengo veinticuatro años he vivido de forma acelerada y he pasado cosas muy chungas. Ya no me apetece seguir jugando al juego del gato y el ratón. Creo que ha llegado la hora de facilitarse las cosas. Porque la vida ya es lo bastante complicada, y más en los tiempos que corren. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará? y si no es ahora, ¿cuándo? quizás para entonces ya sea demasiado tarde.

Todo esto es sólo mi humilde opinión. Cada uno tiene su forma de ver las cosas, de enfocar las situaciones. de sobrellevar los problemas, no hay dos personas iguales. Y esto lo hace aún más interesante.

Quizás yo no sea perfecta, ni quiera serlo en realidad, me conformo con ser cada día un poquito mejor.

Y después de todo este rollo, voy a llenarme de distracción, hasta que todo eso que me tortura el pensamiento deje de hacerlo.

Quizás no hoy, ni tampoco mañana, pero tarde o temprano desaparecerá. 

Siempre acaba cediendo.


Buenos días.


Clara, si lees esto. Aquí es donde quiero ir. :)



1 comentario:

  1. Por supuesto que lo leo. ¿Lo dudabas?
    Vamos a ir. Y no te voy a pedir ni que me hables, ni que opines, ni siquiera que me llores aunque estés triste. Si no quieres, incluso ni contacto humano. Sola y en tu mundo.

    Pero llenarte de distracción es lo que quiero y si ese lago, con el merendero incluido lo consigue, iremos donde haga falta. Al fin del mundo si conviene.

    A mi no me tienes que dar explicaciones rubiah.
    Y lo sabes.
    Así que no te preocupes. Preocúpate por ti.

    :D


    PD. Mierda de exámenes!

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