A veces tengo la sensación, no mejor dicho, no tengo la sensación. A veces adopto la simpleza que tanto admiro de los hombres, ver lo que hay, sin ir más allá, sin preocuparse o cuestionarse sobre un asunto en concreto. No me doy cuenta, lo entiendo tal cual y me quedo con eso. Sin importarme más de lo que quizás debería hacerlo, pasa el rato y es cuando algo en mi cabeza hace click, y como las piezas de un rompecabezas todo vuelve a cobrar ese sentido "oculto". Un mensaje que antes no percibía, donde ahora se entiende mejor. Sentir esa sensación tan molesta de montaña rusa de sentimientos, por cuestionar demasiado. Darle importancia, quizás esta vez demasiada.
Realmente si pudiera escoger, me quedaría con la simpleza de no entender nada, o más bien, no querer ver mas allá de lo que se tiene en frente. Todo sería mucho más fácil.
Pero entonces perdería la capacidad de percibir, de saber sin tener que preguntar.
A veces es difícil arriesgar... pero hay que hacerlo.
"Yo también tengo una teoría. La mía es sobre momentos. Momentos de impacto. Mi teoría es que esos momentos de impacto, esos destellos tan intensos que cambian completamente nuestra vida, llegan a definir quienes somos.
El hecho es que cada uno de nosotros somos la suma de los momentos que hemos experimentado y de todas las personas que conocemos. Y estos son los momentos que se convierten en nuestra historia. Como nuestras cosas personales en nuestros recuerdos que jugamos en nuestra mente una y otra vez. Un momento de amor completamente físico, mental, y cualquier otra clase de amor.
Esa es mi teoría. Que esos momentos de impacto definen quienes somos. pero nunca he considerado…¿y si un día no puedes recordar nada? "
Gracias por abrazarme cuando toca rubiah.
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