Algo, sin más.

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El viaje que emprenden las palabras al mezclarse con el dilema de unas emociones que no saben ser ni estar. Sutilmente colocadas para no distraerse de un sin sentido que aterra a mentes que no encuentran su lugar. Que se apartan; que se estiran que ya no están. Correr tras señales de humo que se esfuman con el vaivén del aire que trae consigo un arsenal inmenso de silencios directos. El latente estallido del pulso acelerado que recorre sin dar tregua por el eco ensordecedor de las llamadas vivencias pasada. Ínfimas, sin pausa, tan ligeras como el viento, atraviesan la debilidad de las emociones fuertes, las que arrancan las raíces más profundas; aquellas que dan seguridad. Las que estabilizan cuando la sensación de perdida se instala bajo la piel. Un hormigueo distinguido se pasea por el interior, aniquilando cada célula viva del cuerpo. Sin poder tocar, prohibiendo a unos ojos mirar. Privando los detalles que producen explosiones de sensaciones descontroladas. Decidiendo que es mejor; por miedo, por rencor, por caer al vacío abismal que producen algunos sentimientos. Por todo y por nada. Por llevar la contraria, por querer ser fuerte, por no mostrar la debilidad que se esconde tras una coraza de indiferencia e ignorancia. Por no saber como ver más allá; de lo que se dice ser, de lo que se dice hacer, de lo que se es en realidad. Las distancias son figuras fingidas para mantenerse a salvo, de nosotros mismos, de ellos, de todos, de los miedos mas inmensos. Incluso de los anhelos. Rozar y correr el riesgo. Tener valor, enfrentarse. Estudiar los movimientos, ir contracorriente. Atreverse. Sinónimos, palabras. Sólo palabras. Que pueden ser leídas, o no. Que pueden ser entendidas o incomprendidas. Que pueden despertar algo, o pasar inadvertidas. Que pueden decir mucho o decir muy poco. Que pueden ser, y no ser. Construyen y destruyen. Hacen y deshacen. Que reviven o que matan. Palabras y más palabras.

Con mucho sentido para algunos y muy poco para los que no quieran ver más allá de un montón de tinta negra en un fondo blanco, y una bonita canción.

Ainara



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