Vértigo

No hay comentarios:
Quizás el título de esta entrada sea la mejor palabra para describir lo que siento. Siento vértigo, cuando me veo obligada a hacer algo. Y quizás por ese motivo no hago muchas de las cosas que me gustarían, por ese miedo que noto al estar atada a cualquier cosa. A algo que implique un seguimiento, un poder contar conmigo, porque se que no soy asidua a seguir esas pautas. Por mucho que me atraigan, por mucho que quiera o me guste. Es el hecho de seguir una rutina el que me da esa sensación de ahogo, y el que me impide mojarme de vez en cuando. No me gusta sentirme obligada a asistir a clases, a tener que dar explicaciones, a comprometerme de una forma u otra. Nada de eso va conmigo. Pero también es cierto que no me gusta estar perdiéndome tantas cosas, cosas con las que realmente disfrutaría, con las que me sentiría útil. Una simple desconexión e incluso algo de vida social tampoco está mal. 


Y aunque para algunos parezca una chorrada, el hecho de que me haya armado de valor, y de el paso de querer intentarlo. De romper con todo eso que me define y me aparta del mundo. Me hace sentir un poco mejor conmigo misma, incluso más grande. 


Muchas son las cosas que me conmueven, en eso tengo facilidad. Haciendo cualquier cosa soy feliz, aprendiendo algo nuevo. Hace mucho tiempo que quería hacer algo diferente. Pero sentía puro vértigo, después de pensarlo muy bien he decidido meterme en el mundo de las cocinitas. Uno porque me gusta, sobretodo el tema repostería. Y dos porque es algo necesario y útil, muy útil.

La primera parte está hecha; apuntarse. La segunda será la más complicada; mantenerse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario