Golondrinas

Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, los nidos no, pero a posarse si vienen,

y hasta que no llegan no es primavera. Me retraso, lo sé. Pero nunca es tarde para hablar de estas cosas. Me encantan estos pajaritos con ese color negro azulado. A veces me paso horas mirándolas, estirada en la cama, mirando por la ventana, revoloteando de aquí para allá sobre un fondo azul intenso.

Bueno si, son especiales, especiales porque son parte de mi nombre. Golondrina, en vasco Ainhara. Quizás por ese significado se decantaron por ese nombre. Era o eso, o Aintzane (pronunciado antxane), tampoco me desagrada, pero el significado no es tan especial. 

Especial, porque la mayoría del tiempo quiera sentirme así de libre, volar, la adrenalina y la rapidez de los movimientos, Retornar cada año a los mismos lugares, como siempre. Sería un poco la metáfora del circulo infinito. Pero vamos a abrir una brecha, que de vez en cuando no va mal. 

Ya tengo el delfín en la piel, las estrellas en el brazo, ahora toca una "ainarita" en el pie. 

Pero no una cualquiera... antes habrá que esperar a que vuelva el frío. Esperaremos.